Muchos son los amantes del esquí que visitan nuestra casa rural La Bolera para pasar una mañana entre nieve. La estación de esquí más cercana a la casa rural en León es Leitariegos, a tan solo 20 minutos en coche. Nuestro alojamiento es el más propicio para aprovechar el invierno y subirse sobre los esquís para deslizarse montaña abajo.
Pero un día, 24 horas, dan para mucho. La casa rural La Bolera no solo ofrece la posibilidad de pasar un día en familia o con amigos realizando esquí. También es el punto central para realizar turismo rural por León y para degustar los platos típicos leoneses en nuestro restaurante de la casa rural en León.
Descripción de un día en la casa rural La Bolera
A primera hora de la mañana, los tímidos rayos de sol entran por la ventana de nuestra habitación en la casa rural en León. Es momento de levantarse y prepararse para una mañana cargada de nieve. Antes de partir hacia la estación de esquí de Leitariegos, tenemos un gran desayuno esperándonos en el restaurante de la casa rural La Bolera. Tostadas con aceite, mantequilla o mermelada casera, fisuelos, bollería, fruta, café… Una vez que hemos llenado nuestro cuerpo de energía, podemos afrontar una increíble jornada de esquí.
En la estación de esquí de Leitariegos hay abiertos un total de 3,5 kilómetros esquiables, repartidos en 2 pistas verdes, 3 azules y 1 roja. Por otro lado, dispone de 2 telesillas, 2 telesquís y una cinta. Una condiciones perfectas para pasar un día inolvidable. Incluso en la propia estación podemos hacer un descanso para comer en alguno de sus restaurantes.
Después de una mañana entretenida, es hora de volver a la casa rural La Bolera para ducharnos, descansar un poco y ponernos ropa cómoda para hacer turismo rural por León o por algún pueblo cercano. También tenemos la opción de conocer los alrededores naturales de la casa rural en León.
Para finalizar el día, tenemos preparada una cena de ensueño en el restaurante La Bolera. Productos caseros y platos típicos de León, como el cachopo, nos esperan sobre la mesa para hincarles el diente. Ya con el estómago lleno, solo queda irnos a descansar a la habitación con el pensamiento de que ha sido un día aprovechado y único.
